En este artículo presentaremos un mapa de la protesta social en Brasil, Argentina, Chile y Colombia durante el periodo 2019-2020, exponiendo desde un abordaje cuantitativo las tendencias, intensidades, formatos, actores y demandas de la conflictividad social y laboral. El objetivo es, en primer lugar, pensar en términos comparativos cuáles son los cambios y continuidades de la conflictividad social y laboral en el escenario post-pandemia. Por otro lado, buscamos también dar cuenta de cuáles son las tendencias comunes y disimilitudesde la protesta social en cada uno de los países de América Latina seleccionados.

El propósito de este artículo es analizar el modo en el que las nuevas tecnologías digitales influyen en el poder de negociación del mundo del trabajo y cómo se expresa el mismo en el plano de la protesta y en las formas de organización colectiva. Analizamos específicamente tres sectores que son representativos de los principales impactos que ejercen las nuevas tecnologías digitales: el caso de las personas trabajadoras de la industria del software y de los servicios informáticos tecnológicos, el sector representado por las plataformas digitales y el caso paradigmático de la industria automotriz. Nuestra hipótesis es que el cambio tecnológico en curso tendría un efecto ambivalente en el poder de negociación y en el plano de la protesta, ya que si bien las nuevas tecnologías digitales pueden acentuar la precarización y/o la fragmentación de algunos sectores laborales, también pueden incrementar su poder estructural e incentivar fenómenos de organización y lucha.

Por medio de un estudio cuantitativo y comparativo se analizan los procesos de protesta social que tuvieron lugar en Brasil, Argentina, Chile y Colombia entre los años 2018-2021. A partir del análisis cuantitativo se elaboró un mapa de la protesta social, identificando la fisonomía que adquiere la misma en términos de actores principales, demandas centrales y temporalidades e intensidades específicas. El análisis realizado nos ha permitido problematizar cómo las características y dinámica de la protesta social en los países de América Latina que hemos seleccionado, refleja (y condiciona) una serie de tendencias claves con respecto al desarrollo económico y político de la región.