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Se presenta una comparación entre dos procedimientos, forma espectral normalizada y ley de atenuación espectral, para estimar el espectro de aceleraciones horizontales absolutas para una fracción del 5 por ciento del amortiguamiento crítico en la estación acelerográfica CU. Esta estación se localiza en la zona de terreno firme de la ciudad de México, específicamente en el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México. De la comparación, resulta que la ley de atenuación espectral es el mejor procedimiento para estimar el espectro de aceleraciones en la estación CU. También, se estudia la técnica que se basa en los cocientes espectrales de respuesta (CER) para estimar el espectro de aceleraciones en las estaciones de la zona de terreno blando de la ciudad. Del análisis de resultados, se concluye que la mayor fuente de incertidumbre se debe a la estimación del espectro en la estación CU. Finalmente, se presentan ejemplos de espectros de peligro uniforme para distintos periodos de retorno en la estación CU y en estaciones localizadas en la zona de terreno blando de la ciudad.

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Study of the aftershocks of the 7 December 1976, Mesa de Andrade, earthquake (ML = 5.3, MS = 5.7) on the Cerro Prieto fault in the Colorado River Delta, indicates a simple strike-slip transform fault mechanism. The fault plane defined by aftershocks is essentially vertical with a surface projection 1.5 km southwest of the surface trace of the Cerro Prieto fault. The main shock was complex and consisted of two large events. Aftershock hypocenters are distributed in two clusters separated by a gap suggestive of an unbroken barrier. Station corrections of about 0.7 sec are indicated for arrival-time locations using stations both on the deltaic sediments and on the surrounding basement outcroppings (assuming a flat-layered velocity model). Differences of some 10 to 15 km are found between epicenters obtained using only United States stations and epicenters obtained with the addition of Mexican local stations. Foreshock activity, recorded on a portable seismic network, was located in a zone coincident with the northern aftershock cluster. The abrupt onset of foreshock activity emphasizes the importance of continuous monitoring of the Colorado River Delta area in any scheme of earthquake risk studies.

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