Llegados a este punto, solo me queda dar las gracias a todas esas personas que han estado apoyándome durante toda mi vida y, especialmente durante la realización de esta tesis.En primer lugar, me gustaría dar las gracias a mis directores, Juanjo y Pepe por brindarme la oportunidad de realizar esta tesis, aunque fuera a regañadientes por mi parte. Ha sido un placer trabajar con vosotros y ver cómo dos personas aparentemente tan diferentes, son capaces de compenetrarse tan bien y hacer que las ideas surjan, una auténtica magia. No han escatimado en nada conmigo, siempre dispuestos a trabajar, ya sea en artículos o cavando. Siempre he presumido de tener estos jefes, así que es momento de plasmarlo por escrito, muchas gracias por todo.Considero que debo agradecer este trabajo no solo a las personas que he conocido o que han estado durante el proceso de la tesis, si no a los que han estado desde el principio de los tiempos. Esto ha sido como una competición de larga distancia en aguas abiertas, por lo que comenzaré por el principio.Desde el punto de salida esta mi familia, los que siempre han estado, están y estarán, pero en especial mis cuatro pilares. En la piragua, para que no me pierda en el camino, mis padres. Delante y marcando el ritmo Miriam, mi hermana mayor y, detrás empujando para que no me rinda Mario, el pequeño. Teniendo estos marcajes es difícil perderse o rendirse, con ellos es más fácil llegar a cualquier meta.Sin embargo, he dicho que esto eran aguas abiertas así que habrá que pasar por varias boyas para realizar el circuito. En la primera boya tenemos a mi familia de la piscina, allí aprendí que las cosas se consiguen con esfuerzo y sacrificio, y que los estudios son lo primero (que suerte que esa lección ya la traía aprendida de casa). Con estas pautas empecé a coger ritmo.En la segunda boya me encontré con mis amigos, los de siempre, los que conozco desde pequeña y no fallan, siempre me apoyan, aunque a veces me digan que no me han conocido sin estudiar. Con sus ánimos y su apoyo seguí progresando hacia la tercera boya.Allí, descubrí a los amigos que he hecho en la universidad, mi familia Itopera, mis estrellitas y varios diamantes que tuve la suerte de encontrar. Siempre doy las gracias por haberlos encontrado en el camino, porque, aunque la distancia nos separa, es como si el tiempo no pasara. Siempre me animan y me comprenden, pero a veces eso no es suficiente. Llegados a este punto, en el que se apreciaba el cansancio de la competición, una vez más las circunstancias marcaban que había que seguir estudiando, así que me encaminé a la cuarta boya, la llamaban "tesis", tenía pinta de que iba a ser una transición dura.De camino hacia la "tesis", me encontré con la zona de público, allí están todos los que han sufrido conmigo este doctorado, especialmente Antonio Peñalver, "porque juntos somos más fuertes" hemos pasado varios años de apoyo mutuo, dificultades, pero sobre todo risas y confidencias. Junto a él, están: