Los profesionales de las unidades de cuidados intensivos presentan un alto riesgo de desarrollar lo que conoce como síndrome del quemado o Burnout, con una prevalencia entre el 15 y el 25 %. Además, la llegada de la Covid-19 ha aumentado enormemente la carga de trabajo en estas unidades. Es por ello necesario implementar medidas en este sector para reducir el grado de Burnout. Una de las intervenciones que muestra mayor grado de eficacia en este ámbito es Mindfulness. Así, el objetivo principal de este estudio es evaluar la efectividad de un programa de mindfulness para reducir el Burnout en los profesionales de una unidad de cuidados intensivos. Para ello, se llevó a cabo un estudio con diseño intrasujeto pre-post intervención en el servicio de medicina intensiva de un hospital público de segundo nivel. Un total de 66 profesionales decidieron participar en él voluntariamente, siendo divididos de manera aleatoria en un grupo control y un grupo experimental. El programa se realizó en un período de 8 semanas. Se midió el grado de Burnout a través del cuestionario Maslach burnout inventory- human social service antes y después de la intervención. Como resultado se produjo una disminución del grado de Burnout en el grupo experimental, especialmente en la subescala de cansancio emocional, mientras que en el grupo control aumentó, sin embargo no se observaron diferencias estadísticamente significativas. Como conclusión, una intervención basada en Mindfulness de forma no presencial, en profesionales sanitarios de una unidad de cuidados intensivos podría reducir el grado de Burnout.