Este artículo invita hablar de la muerte en el ámbito educativo y formativo, ya que es un tema limitado al duelo y la ritualidad religiosa, donde algunos autores instan a desarrollar estrategias educativas que faciliten el acercamiento al tema, como acontecimiento natural del ser humano, y permita entender la muerte como referente de vida. Es necesario que la educación para la muerte sea transversal a currículos que propendan por la dignificación del ser, su visión de la muerte y la manera de afrontar la pérdida como acontecimiento natural.

Esta investigación tuvo como tema de análisis las representaciones sociales en estudiantes de medicina, acerca de cuerpo vivo/cuerpo muerto, durante sus procesos de formación y está enmarcada dentro de la educación y pedagogía para la muerte, como una manera de pensar y hacer reflexiva la formación de los estudiantes y médicos, los cuales de forma constante están en contacto con el cuerpo vivo y muerto a través de sus prácticas. Para ello se indagó sobre experiencias de vida personal y profesional de tres médicos docentes y tres estudiantes de la facultad de medicina de cuatro universidades, lo cual ayudó a visualizar cómo operan y se construyen sus representaciones sociales sobre cuerpo vivo y cuerpo muerto. El estudio se abordó desde el método biográfico narrativo en donde los participantes por medio del lenguaje y la memoria trajeron al dialogo intersubjetivo experiencias de vida que dan sentido a sus prácticas y le permiten autoformarse de manera compasiva frente a pacientes en estado crítico de salud o un cuerpo ya sin vida. De esta forma se logró comprender, por medio de tres ejes de análisis, que los estudiantes y médicos han ido conceptualizando y movilizando experiencias que situadas en sus prácticas médicas producen referentes de sentido pragmático para actuar de manera justificada. En conclusión es imprescindible que la academia le permita a la educación y pedagogía para la muerte generar procesos de reflexión en los diferentes momentos de la formación de los médicos y le posibilite en sus prácticas referentes que, desde la compasión y la ética, le lleven a tener un trato más humano hacia los pacientes.