Desde hace tiempo se ha comenzado a utilizar el término de literacidad como sustituto de los conceptos de alfabetización o lectoescritura tradicionalmente empleados. Aunque el término no es todavía de uso común en todos los ámbitos académicos hispanohablantes, diversos autores lo proponen, por considerar que abre un panorama mucho más amplio y útil para comprender las realidades del uso del lenguaje en una sociedad en movimiento.

En un mundo de vertiginosos cambios, complejo y rico en información y comunicación, han de trascenderse las visiones simplistas, reductivas y fragmentarias sobre las experiencias implicadas en la lectura y la escritura. Ante panoramas desoladores en este campo, urge expandir el significado que se le otorga a leer y escribir, ensanchar la idea común sobre el texto y profundizar en las implicaciones que esto tiene para un mundo globalizado y polarizado al mismo tiempo.