a priori, la facilidad de acceso a nuevos mercados. Esta apertura junto al desarrollo de las nuevas tecnologías provocan una serie de cambios en todos los actores que conforman el sector audiovisual.La industria audiovisual europea, como señalan La Porte y Sádaba (2002), debe afrontar dos retos principales: a) la competitividad en el mercado internacional determinada por la globalización y b) la defensa de su identidad cultural. La posición de Estados Unidos es claramente dominante en el mercado europeo y mundial teniendo que dar prioridad, la Unión Europea, a la acción de defensa de sus productos frente a los americanos. Por otra parte, el mercado europeo está muy fragmentado pues las distintas realidades sociales, lingüísticas, económicas, así como la ausencia de tejido industrial, entre otros factores, hacen difícil defender y difundir a nivel global la diversidad cultural, de forma que se hace conveniente la creación de grandes grupos de medios que garanticen su transmisión.La Unión Europea ha sustraído de los acuerdos establecidos en el GATT al sector audiovisual para establecer medidas para la protección de la diversidad cultural europea. Así, a finales de los años 80, comienzan las acciones de apoyo y de regulación. Con las tres ediciones del programa MEDIA: MEDIA I (1991MEDIA I ( -1995, MEDIA II (1995 y MEDIA Plus (desarrollo, distribución y promoción) y MEDIA Formación, ambos en la etapa 2001-2005, se diseñan las acciones de apoyo.

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