Existe evidencia científica que pone énfasis en la influencia positiva de la Actividad Física (AF) sobre la salud, teniendo las personas que son físicamente activas una mayor calidad de vida que las sedentarias. Concretamente, la práctica de AF que combina intensidad moderada y vigorosa mejora la salud fisiológica y psicológica de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). El objetivo de esta investigación fue analizar la oferta de actividades físico-deportivas en Centros de Educación Especial (CEE) de Galicia que imparten la Educación Básica Obligatoria (equivalente a la Educación Primaria) y que cuentan con alumnado con TEA, así como los factores que influyen en el uso de la AF en las clases, sean de Educación Física (EF) o no. La muestra analizada estuvo conformada por 29 docentes de CEE, a los que se les envió un cuestionario elaborado ad hoc. Los resultados obtenidos muestran que el 51,72% del profesorado afirma que todo el alumnado con TEA de su centro tiene clase de EF. Así mismo, el 62,1% de los docentes indican que solo un cuarto del alumnado con TEA realiza AF en el recreo. Natación, psicomotricidad y atletismo son las actividades extraescolares o complementarias que más se practican.