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Una de las formas más apropiadas de abordar la guerra contra los romanos, desde el punto de vista de los indígenas, es estudiar la forma como los galos se defendieron de los romanos. En este contexto, el estudio arqueológico de las fortificaciones permite analizar las características arquitecturales y la funcion de las murallas construidas por los celtas. Más allá de los aspectos intrínsecos, el estudio de las fortificaciones permite deducir contra qué tipo de armamento dichas murallas fueron construidas. Si ciertas fortificaciones son totalemente defensivas, porque están asociadas a la guerra, otras probable- mente no fueron construidas con ese fin, como el murus gallicus. Es difícil proponer dataciones precisas para dichos monumentos a través del mero estudio de las fortificaciones ; es igualmente díficil asociar su construcción a un suceso histórico determinado. Existe un diferencia difícil de comprender entre las fechas atribuidas a los hechos, como por ejemplo el sitio de Avaricum en el 52 a.C. y la capacidad de los arqueólogos a definir dichas fechas con la ayuda de los restos de cultura material, los únicos sobre los que nos pode- mos apoyar con certeza.

Une fosse du village celtique des Arènes à Levroux (Indre) a livré dans son remplissage une statue en calcaire associée à un bois de cerf et à un polissoir. La céramique qui accompagne ces objets suggère une datation de l'enfouissement entre 80 et 60 av. J.C. Le remplissage de cette fosse est purement détritique, mais l'association de ces objets exceptionnels, attestée déjà sur d'autres sites, correspond à un dépôt volontaire.

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