El análisis de la actividad sismica (m≥ 2.8) -registrada por medio de una red local de 6 sismógrafos durante 3 semanas previas a la ocurrecia de un fuerte temblor (29 de noviembre de 1978, Ms= 7.8) en Oaxaca-,revela los siguientes aspectos: (1) Las distribuciones espacial y temporal de la actividad sísmica precedente sugieren que ella ocurre a lo largo de una dirección con rumbo N66°Â±6°W y probablemente a lo largo de otras direcciones con rumbo N39°Â±6°E que cruzan los flancos occidental y oriental de la zona de réplicas.(2) En una área de 3000 km2 que rodeaal temblor principal se presenta una calma sísmica (para temblores de m≥2.8)excepto durante dos periodos en que ocurren "temblores precursores" (a menos de 24 km del epicentro del termblor principal): el primero, 2 semanas antes de la ruptura, el segundo, 21 hrs. antes de la rupturas y luego la actividad sísmica en el tiempo, observando inmediatamente antes de la ocurrencia del temblor principal, es similar a otros casos observados mundialmente. Mientras que los temblores precursores ocurren en la mitad norte de un círculo de radio de 24 km centrado en el epicentro del temblor principal, 5 de las 12 réplicas más fuertes (mb>4.0.30 nov-8 dic.) ocurren dentro de este pequeño círculo, al sur de los temblores precursores.Además 8 de dichas réplicas, los temblores precursores, el temblor principal y 2 de los mayores temblores presendentes(m =3.9 y 3.4)se encuentra alineados a lo largo de las direcciones N-S.Se observa que existe una aceptable correlación entre los lineamientos definidos por la información sismológica y las fallas activas encontradas en base a estudios geomorfoestructurales.Un resultado importante de este medio es la documentación de la actividad sísmica precedente a niveles de energía menores que los umbrales de detección acostumbrados (mb≈4). La relocalización del temblor principal se encuentra a proximadamente a 50 km al sureste del epicentro publicado por NEIS; las relocalizaciones de las réplicas difieren entre 40 y 100 km de los epicentros publicados por NEIS.

Para investigar la relación entre la sismicidad y la estructura tectónica de la región de Oaxaca, en el sur de México, se usó el análisis morfoestructural; éste se basa en la determinación de los elementos tectónico-estructurales por medio del estudio de las formas y características del relieve. Para determinar las características tectónicas de esta región se utilizaron mapas topográficos, mapas geológicos a la escala de 1:1, 000,000 y otros datos geológicos disponibles. Los elementos estructurales principales incluyen domos, bloques tectónicos y lineamientos de diferentes magnitudes. Además Se infieren el desarrollo y las relaciones entre estos elementos estructurales. Se diferencian formas activas, inactivas y reactivadas.Se sugiere una correspondencia entre actividad sísmica y las estructuras tectónicas encontradas para esta región de acuerdo al análisis morfoestructural; se sugiere, además, que los epicentros de los temblores fuertes podrían estar localizados, dentro de la confiabilidad de su determinación, en la intersección de las fallas activas de dirección N65° ± 5°W con las importantes fallas reactivadas de direcciones N-S y E-W. La actividad sísmica precursora y de replicas asociadas al temblor del 29 de noviembre de 1978 (Ms = 7.8) muestran una buena correlación con los detalles de la estructura tectónica de Oaxaca. La actividad sísmica precursora está probablemente relacionada a la primera estructura de dirección N65° ± 5°W en el continente, después de la trinchera mesoamericana; las replicas están presumiblemente asociadas a las estructuras continentales con direcciones N-S y E-W, las que reflejarían acomodamientos de bloques a raíz de los desplazamientos típicos de subducción generados por el temblor principal.

No abstract