“…Son numerosos los estudios sobre resiliencia en el deporte y factores psicológicos (de riesgo y protectores) y deportivos asociados. El constructo de resiliencia en el deporte ha presentado distintos intereses a lo largo de los años y es así que se ha estudiado con estrategias de intervención con los atletas en distintos niveles (Schinke & Jerome, 2002); con variables relacionadas como optimismo, ansiedad, autoconfianza, capacidad percibida (Martin-Krumm, Sarrazin, Peterson, & Famose, 2003); ansiedad, depresión y calidad de vida (Connor & Davidson, 2003); apoyo social, disciplina y compromiso (Holt & Dunn, 2004); estrategias de afrontamiento y enfermedad (Yi, Smith, & Vitalino, 2005); influencia socio-cultural y recursos personales (Galli & Vealey, 2008); logro deportivo y el bienestar psicológico (Hosseini & Besharat, 2010); rendimiento óptimo y éxito en el deporte (Fletcher & Sarkar, 2012); autoestima, autonomía y estilos de afrontamiento (Pérez, Romanchugova, & Jiménez, 2012); personalidad positiva, motivación, confianza, enfoque y apoyo social percibido (Fletcher & Sarkar, 2012); recientemente en atletas con discapacidad (Machida, Irwin & Feltz, 2013); relacionada negativamente con burnout y de forma positiva con optimismo Tutte, & Ortín, 2014); se ha estudiado con entrenadores y técnicos deportivos (Ruiz-Barquín, Vega & Campo, 2015;Ruiz-Barquín, de la Vega, De la Rocha & Ortín, 2017); y finalmente con variables relacionadas como la ansiedad, asilamiento, depresión y estrés post-traumático (Durán, Lavega, Salas, Tamarit, & Invernó, 2015); o las lesiones deportivas en función del nivel competitivo (Zurita-Ortega, Rodríguez-Fernández, Olmo-Extremera, Castro-Sánchez, Chacón-Cuberos, Cepero-González, 2017).…”