“…La literatura académica que discute las prácticas orientadas a la consolidación de la paz en los escenarios de posconflicto registra al emprendimiento como una de ellas (Sanders y Weitzel, 2013; Yoosuf y Premaratne, 2017). Como se ha mencionado, entre los pilares del posconflicto se encuentra el bienestar social y económico, en el que se circunscribe el emprendimiento como apuesta de desarrollo económico, para afrontar las condiciones de vulnerabilidad, pobreza y las escasas oportunidades de empleo y crecimiento económico (Desai, 2011;Ghimire y Upreti, 2014Hönke, 2014Maconachie, 2016;Penh, 2009). Los emprendimientos no solo permiten la generación de ingresos, sino que, además, pueden ser prácticas constructoras de tejido social e involucrar a diversos actores, reconociendo sus conocimientos, capacidades institucionales e intereses particulares (Ghimire y Upreti, 2014;Katsos y Forrer, 2014;Oetzel et al, 2010).…”