Introducción: La persona con enfermedad renal crónica trasplantada debe llevar a cabo una serie de autocuidados, debido a la complejidad del tratamiento y presencia de múltiples comorbilidades que unidos a factores de riesgo cardiovascular pueden afectar su calidad de vida. Objetivo: Describir la calidad de vida en personas adultas con Enfermedad Renal Crónica trasplantadas y su relación con las características sociodemográficas y clínicas, en un grupo de pacientes atendidos en una institución de salud de alta complejidad, en Neiva-Colombia. Material y Método: Estudio descriptivo de corte trasversal con 78 adultos que formaban parte del programa de trasplante, Neiva (Colombia). Se aplicaron los instrumentos: Ficha de Caracterización de la Persona con Enfermedad Crónica GCPC-UN-P versión 2014, y el Instrumento Calidad de Vida de Betty Ferrell. Resultados: La dimensión con menor afectación fue la espiritual, seguida de la psicológica y física; la dimensión con mayor afectación fue la social. Los participantes presentaron percepción positiva de la calidad de vida en las dimensiones física, psicológica, social y espiritual; acorde al género presentaron mejor percepción las mujeres en las dimensiones psicológica, social y espiritual, mientras que en la dimensión física los hombres manifestaron una mejor percepción. Conclusiones: Aspectos relacionados con la salud como independencia, función mental intacta, nivel educativo, apoyo familiar y vida laboral activa, favorecen el afrontamiento, aumentan la satisfacción y la calidad de vida de las personas trasplantadas.