“…Probablemente el estrés, y sus consecuencias, es uno de los temas que más ha ocupado la atención de estudiosos e investigadores de diferentes disciplinas científicas, lo que ha desembocado en varias corrientes de estudio, y una gran ambigüedad conceptual que predomina hoy en día (Ardid y Zarco, 2001;Miguel y Cano, 2005). No obstante, son diversos los autores que coinciden en señalar cuatro categorías de análisis conceptual que definen el estrés: 1) como situación que desencadena una experiencia o vivencia; 2) como respuesta fisiológica o psicológica que experimenta una persona ante estresores; 3) como la percepción del individuo, a través de cuyo filtro se significan y enfrentan experiencias estresantes; y 4) como un proceso dinámico de retroalimentación que pone en relieve la transacción entre individuo y ambiente (Buchwald, 2006;Furnham, 2001;Guillén, Güil y Mestre, 2000;Peiró, 2000;Peiró 2001). Sin duda, esas cuatro categorías evidencian la complejidad del estudio del estrés.…”