Literature on gender and environment has developed intensely in the last
RESUMEN:La literatura sobre género y medio ambiente se ha desarrollado intensamente durante 30 años con enfoques y propó-sitos muy diversos. Más allá de los ecofeminismos clásicos, se han explorado recientemente las condiciones materiales del contexto que favorecen que las mujeres tengan una relación más directa con el medio y sus problemas. Estos análisis hacen evidente que las mujeres no son una categoría homogénea, sino que se encuentran ubicadas en diferentes situaciones, sometidas a una variedad de presiones sociales y motivadas por distintas consideraciones. En este trabajo se argumenta que atender a esta diversidad es requisito para una comprensión más adecuada de los factores que influyen en la relación humana con sus medios naturales y para la identificación de campos y estrategias de acción. No obstante, la peculiar situación de cada mujer se desarrolla sobre el trasfondo de una ideología de género que resiste sutilmente los cambios sociales y los intentos de construcción de identidades individuales propias, por lo que se defiende asimismo la pertinencia del enfoque de género para dar cuenta de las actitudes y comportamientos ambientalistas.
PALABRAS CLAVE:Género y medio ambiente, ecofeminismos, actitudes y conductas proambientales.
GÉNERO Y ESPACIOLa pregunta por el género del espacio, la reflexión teórica y empírica acerca del modo en que los factores de género afectan a los usos humanos de los diferentes espacios que habitamos, está lejos de ser una pregunta sin sentido. Desde los años ochenta, y de igual modo que se ha rastreado el género en la literatura, la historia, el arte o la ciencia, también se han analizado las "desigualdades socioespaciales y ambientales derivadas de los diferentes roles sociales asignados a hombres y mujeres" (García Ramón, 1989: 10). Así como la historia universal, la literatura universal, el arte universal o la ciencia universal han mostrado, bajo el análisis feminista, estar marcadas por la parcialidad de un sexo, una raza, una clase social o un ámbito geográfico, también las teorizaciones sobre los espacios humanos, naturales o construidos, y las prác-ticas desarrolladas en los mismos, han sido criticadas en lo últimos 30 años por haber convertido en invisibles las relaciones de género. Formular la pregunta por el género del espacio es quizá, de hecho, especialmente natural. Numerosos estudios han analizado las diferentes formas que los cuerpos masculinos y los cuerpos femeninos tienen de ocupar el espacio y de negociar con los espacios personales ajenos. Por otra parte, la división sexual de las sociedades humanas se hace especialmente visible en la desigual distribución de