En la presente investigación ofrecemos una lectura conjunta del problema de la estetización y del diagnóstico de una crisis y una reconfiguración de la experiencia en la filosofía de Walter Benjamin, en tanto sostenemos que los dos motivos pueden ser comprendidos mejor como partes de una misma lectura de la época. En efecto, el problema de la estetización, en tanto se presenta en Benjamin como el triunfo de la relación contemplativa con el entorno, constituye el punto más álgido del empobrecimiento de la experiencia que el autor observa como signatura de su tiempo. A su vez, las tareas que indica como respuestas posibles ante los procesos estetizantes se centran en la puesta en marcha de una operación de politización, es decir, en la necesidad de hacer una experiencia transformadora con aquel mundo que se tornó mera imagen. En este sentido, proponemos leer los conceptos de experiencia y estetización, en la obra de Benjamin, como dos polos de un continuo en tanto que, si el objeto se presenta, en la relación estetizante, como algo colocado en frente, la experiencia en sentido estricto, como experiencia transformadora, no puede tener lugar. Organizamos la exposición en torno a tres secciones, a saber, una primera centrada en el problema de la estetización, una segunda dedicada a la crisis y reconfiguración de la experiencia en la filosofía de Benjamin y la redefinición de este concepto en su obra, y una tercera en la que exploraremos las posibilidades de la filosofía en el contexto de estos diagnósticos. Asimismo, y dado que se trata de una investigación centrada en la filosofía de Benjamin pero estructurada en torno a un eje problemático, dedicamos algunos capítulos y apartados a otros autores, como explicitaremos a continuación. En la primera sección de la tesis, “El problema de la estetización en la filosofía de Walter Benjamin: antecedentes y debates”, nos centramos en el motivo de la estetización en tres capítulos. En el primero (Cap. 1 “El fenómeno de la estetización en la filosofía reciente”), presentamos algunas líneas interpretativas e investigaciones actuales que demarcan un campo problemático en torno al problema de la estetización, así como ofrecemos también una taxonomía de las formas en que el concepto opera en los diferentes diagnósticos en los que aparece. En el segundo capítulo (Cap. 2 “El motivo de la estetización en Georg Simmel”), hacemos foco en la figura de Simmel, en tanto constituye un antecedente muy relevante para comprender la estetización, que se prefigura en su obra como motivo. Defendemos la idea de que este autor sentó las bases para que un diagnóstico como el benjaminiano fuera posible, al poner en el foco de atención el modo en que la dimensión estética de nuestra vida cotidiana fue acrecentando, gradualmente, su importancia hasta impregnar e informar una gran parte de nuestras actividades y de los aspectos de nuestra vida. En el tercer capítulo introducimos la perspectiva benjaminiana sobre la estetización, en torno al arte y su relación con la política, pero también en torno a la historia y el pasado (Cap. 3 “El problema de la estetización en Walter Benjamin”). La segunda sección de la tesis (“La crisis de la experiencia en la filosofía de Walter Benjamin: diagnósticos y redefiniciones”) se centra en la cuestión de la experiencia en el marco de la filosofía de Benjamin, en tanto concepto que articula su producción, desde el diagnóstico de una crisis de la experiencia en su época, que pone en duda su misma posibilidad (Cap. 4 “La experiencia en crisis”), hasta el modo en que, a través de este diagnóstico, Benjamin modifica profundamente el concepto mismo de experiencia, central en la tradición filosófica, ofreciendo una conceptualización que abandona ciertos presupuestos modernos y resulta productiva tanto filosófica como políticamente (Cap. 5 “Redefinir la experiencia”). La última sección de la tesis (“Las posibilidades de la filosofía: contrastes y potencias en tiempos críticos”) la dedicamos a explorar, por un lado, algunas ideas de Heidegger que tensan relaciones complejas con la concepción benjaminiana (Cap. 6 “La perspectiva de Martin Heidegger”) y, por el otro, las reflexiones de Benjamin en torno a las formas y los formatos de escritura y su búsqueda de un modo de filosofar flexible que logre dar cuenta de aquello a lo que se aboca, sin convertirlo en el objeto acabado de un sistema cerrado falseando sus tensiones (Cap. 7 “En busca de una escritura no estetizante”). La búsqueda de una tal escritura, que puede ser pensada como una de las tareas de la filosofía, caracteriza particularmente a la filosofía de Benjamin, gestada al calor de cambios profundos en la forma en que se organiza la vida humana, y la vuelve capaz de dar cuenta de las transformaciones que marcaron la época, abandonando la pretensión de sistema y el reinado del concepto y explorando otras formas de decir.