Inventario post mortem de los bienes del «uncionero» Francisco Redondo

Abstract

Los inventarios post mortem son uno de los documentos que mayor interés presentan para el conocimiento de la vida cotidiana. En este artículo analizamos el inventario post mortem del «uncionero» Francisco Redondo, un oficio ligado a la medicina y que hasta la fecha goza de muy pocas investigaciones. El «uncionero», que residía en Garachico a principios del siglo xvii, disponía de material específico para el ejercicio de su profesión relacionada con la aplicación de «purgantes y laxantes». Incluye varios productos: hojas de sen, acíbar, azúcar rosado, etc., así como los correspondientes envases, instrumental médico y literatura médica y, por supuesto, algunos textiles. Este inventario contribuye a un acercamiento a la vida cotidiana y al desempeño de un oficio importante para el mantenimiento de la salud de los habitantes, en este caso de la comarca de Daute. Palabras clave: Canarias, medicina, «uncionero», inventario post mortem.

Scire vias: humanidades digitales y conocimiento

“…Si bien da la impresión de que en las cartas de dote analizadas priman las tierras junto al obligatorio "ajuar de casa y preseas", y las cantidades donadas no parecen relativamente importantes, lo que demuestra que una parte de la sociedad canaria del XVI estaba constituida por labradores o pequeños propietarios, también es posible encontrar otras cartas de dote otorgadas por mujeres a través de las cuales queda de manifiesto el poder y autoridad que ostentaban porque pertenecían al sector privilegiado de la sociedad. En esta situación se encontraba Águeda de Monteverde (Viña Brito, 2002), que otorgó una escritura por el matrimonio de su hija Ana de Monteverde con don Diego de Ayala, segundo conde de La Gomera, en el año 1557 16 . La dote que incluía, entre otros, el "yngenio de Tesacorte", "tierraz de sequero" y "medio tanque de agua", ascendió, en su conjunto, a unas dieciséis mil doblas, una suma relativamente elevada que pone de manifiesto que los contratos matrimoniales constituían la principal partida de gasto familiar, además de conformar, como bien ha señalado la historiografía desde hace décadas, el principal escenario en la transmisión de bienes en el Antiguo Régimen (Gacto Fernández, 1987).…”