El pañuelo que llevan ciertas jóvenes y mujeres en Francia y que abusivamente se ha denominado como «velo islámico» tiene múltiples significados. Podemos diferenciar por lo menos tres tipos de uso de este pañuelo: el que hace la mujer inmigrante, madre o abuela y que se mira cono un objeto trivial puesto que se trata de un accesorio cultural; el de las adolescentes obligadas por su entorno familiar a llevarlo y el de las mujeres post-adolescentes que lo reivindican y lo utilizan en forma deliberada, a veces incluso en contra de la opinión del entorno, para expresar una identidad que consideran ultrajada.En el curso de los últimos dieciocho años la cuestión del uso del velo en el ámbito escolar ha ocupado el debate político e intelectual francés, generando rupturas en todos los campos implicados en esta discusión. Al respecto, no se han expresado posiciones únicas de derecha o de izquierda en torno al tema sino fuertes enfrentamientos al interior de los partidos políticos, sindicatos, organizaciones asociativas y por supuesto también, dentro del feminismo.Para intentar aportar claridad a este apasionado debate vale la pena establecer una mínima cronología del mismo que permita identificar las coyunturas en las cuales la polémica cobró particular intensidad y entender la forma en que esta discusión se ha inscrito en el calendario político francés e internacional.Del bicentenario de la revolución francesa a la prohibición del uso «ostentoso» de signos religiosos en la vida pública En 1989, un directivo de un colegio público de un suburbio cercano a Paris decidió expulsar del colegio a tres alumnas marroquíes que rehusaban quitarse el La manzana de la discordia, Diciembre, 2007. Año 2, No. 4: 101-105