“…Derivado de una investigación realizada (Álvarez, y otros, 2011) constataron que el profesorado percibe mayores carencias en la profesionalización docente, que en los aspectos disciplinares relacionados con su formación universitaria; sobre todo, con las competencias relacionadas con aspectos metodológicos centrado en el aprendizaje autónomo del alumnado más que la transmisión de los contenidos específicos de la ciencia. En este punto, de podría orientar el análisis también a lo planteado por la Comisión Europea (2005) citado en (Villardón, Concepción, Achurra, Iraurgi, y Aguilar, 2013) quien define otra competencia también necesaria, la competencia de aprendizaje, asumida como la habilidad de comenzar y continuar el aprendizaje individual, en cuanto a la regulación del tiempo y la información de forma efectiva, de manera autónoma o en grupo. Por otra parte, a decir de (Serrano y Pérez, 2018) también existen algunos aspectos del docente que se relaciona con lo social en los que resaltan las relaciones interpersonales y la cooperación con otras personas, dentro de los contextos educativos; así como las circunstancias socio-económicas que repercute directamente en sus estudiantes mediante su práctica docente y en su formación de la identidad.…”