“…UU., Canadá, Inglaterra, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega, Bélgica y Holanda, distinguen tres tipos de sistemas de protección social: 1) focalizado en el niño, donde el Estado tiene una función tutelar ya que promueve el cuidado familiar o la adopción, y existe un reemplazo de la familia por el Estado en los casos en que sea necesario, con el fin de proporcionar bienestar a los niños, las niñas y adolescentes; 2) servicio familiar, sistema en el que las políticas de Estado se centran en el fortalecimiento de las familias y sus vínculos sociales a partir del acompañamiento psicosocial; y 3) desarrollo infantil, caracterizado por la relevancia que el Estado confiere a los mecanismos legales individuales para la protección de la infancia, sistema que se convierte en un ente fiscalizador. Las propuestas de políticas públicas que generan mayor consenso son aquellas que fortalecen las capacidades de las familias (Duffy et al, 2018), y son las familias más pobres, como establece Harris (2014), las que están vinculadas a los servicios de bienestar para familias y niños y a la política social en general.…”