“…La integración de estos dos procesos es conceptualmente ventajosa en el tratamiento de aguas residuales partiendo de que puede eliminar las desventajas asociadas a cada proceso individual. Las investigaciones realizadas hasta el momento muestran resultados prometedores en la degradación de contaminantes como pesticidas, tintes, fármacos y compuestos orgánicos complejos, como son la diazina, el dimetoato, el carbofurano, la antraquinona (Azul ácido 25, BA25), el fenitrotion, los azo-colorantes, como la rodamina B, el azul de metileno y la metilnaranja, el diclofenaco, el naproxeno y el paracetamol (Jyothi, Yesodharan, & Yesodharan, 2018;Mackuľak et al, 2015;Peng, Li, Shi, Wang, & Gao, 2016;Saharan, Chaudhary, Lata, Mehta, & Mor, 2015;Soltani & Entezari, 2013;Torrades & García-Montaño, 2014).…”