RESUMENEl modelo clásico a través del que se ha explicado durante décadas la génesis de la ateromatosis es aquel que implica a los factores clásicos de riesgo cardiovascular, y éstos causados bien por estilos de vida perjudiciales, bien por alteraciones hereditarias del metabolismo, principalmente las dislipemias.Recientemente estamos aprendiendo que, si bien lo anterior es cierto, no lo es menos que íntimos procesos moleculares, entre los que se cuentan las cascadas de citoquinas y celulares de la inflamación, explican gran parte del daño vascular que conduce a los episodios isquémicos que se observan en la clínica. Incluso puede afirmarse en general que los marcadores séricos de la inflamación, como hipotéticas herramientas de diagnóstico precoz de la enfermedad vascular, se encuentran en la senda fisiopatológica entre el factor de riesgo clásico (hipertensión arterial, hipercolesterolemia, obesidad, diabetes) y la lesión arterial.En este artículo se describen estos mecanismos inflamatorios, tanto bajo el punto de vista de la ciencia básica como en su papel clínico, sin olvidar el valor epidemiológico que podrían tener en el estudio de poblaciones.
ABSTRACTFor many years the classic model used for explaining the genesis of atheromatosis was that involving classic cardiovascular risk factors, caused either by a harmful life style or by hereditary alterations of the metabolism, principally dislipaemias.Recently we have learnt that, intimate molecular processes, as the inflammatory cytokine and cellular cascades, explain a great part of the vascular damage leading to the ischaemic episodes observed in the clinic. It can even be assessed, in general, the seric inflammation markers, as hypothetical tools for early diagnosis of vascular disease, are located on the physiopathological path between the classic risk factor (arterial hypertension, hypercholesterolaemia, obesity, diabetes) and the arterial lesion.This paper describes these inflammatory mechanisms, both from the viewpoint of basic science and from the viewpoint of its clinical role, and it also analyses the epidemiological value that these might have in the study of populations.