“…En el terreno internacional, la curiosidad por la educación rural, aunque también es bastante escasa, se circunscribe, sobre todo y, por razones obvias, a países en vías de desarrollo como los africanos y latinoamericanos (Raso, 2015(Raso, , 2012, si bien las principales líneas de trabajo no parecen orientarse tanto hacia las relaciones interpersonales en el seno de las propias escuelas como a la formación de su profesorado (Ramírez, 2015;Badilla & Parra, 2014;Brumat & Coca, 2015), algo que se repite mucho menos en España (Berlanga, 2003) y Andalucía (Raso, 2015(Raso, , 2012, y que preocupa hasta en Estados Unidos (Fowles et al, 2014, Raso, 2015, en donde están haciendo especial hincapié en analizar las condiciones laborales de sus maestros rurales, por lo que no resulta de extrañar que muchos de estos resultados tengan poca o ninguna capacidad de transferencia a nuestro contexto de aplicación.…”