Este artículo tiene como objetivo analizar sistemáticamente el impacto de los proyectos de desarrollo social y comunitario en la formación de los estudiantes universitarios. Estas iniciativas, que incluyen aprendizaje-servicio y servicio comunitario, fortalecen el vínculo entre la universidad y la sociedad, promoviendo habilidades personales, académicas y cívicas en los estudiantes, al tiempo que generan beneficios tangibles en las comunidades. La metodología empleada se basó en el modelo PRISMA, seleccionando ocho estudios publicados entre 2017 y 2024. Los artículos fueron seleccionados según criterios como su enfoque en proyectos sociales universitarios y su evaluación de resultados relacionados con el desarrollo personal, académico y social de los estudiantes. La literatura revisada abarca diversas regiones, proporcionando una perspectiva global. Los principales hallazgos indican que estos proyectos fomentan habilidades interpersonales como la empatía y el liderazgo, así como competencias profesionales clave como la resolución de problemas y la gestión de proyectos. Además, las comunidades beneficiadas experimentan mejoras en su calidad de vida gracias al acceso a recursos y programas sociales generados por estas iniciativas. Sin embargo, se identifican desafíos como la percepción de obligatoriedad por parte de algunos estudiantes y la falta de recursos institucionales, que limitan su alcance y sostenibilidad. En conclusión, los proyectos de desarrollo social y comunitario son herramientas efectivas para transformar tanto a los estudiantes como a las comunidades. Para maximizar su impacto, es esencial fortalecer la infraestructura, promover una cultura de compromiso social y realizar evaluaciones longitudinales que orienten mejoras futuras.
