Violent Drug Markets: Relation between Homicide, Drug Trafficking and Socioeconomic Disadvantages: A Test of Contingent Causation in Pereira, Colombia

Abstract

The drug/violence relationship has been a recurrent topic of interest in criminology and sociology. This interest began with the crack epidemic in the 1980s and continues due to the consolidation and functioning of the cocaine markets of Latin American drug trafficking organizations. We approach the drug/violence relationship in Pereira (Colombia) which is strategic for the global cocaine market and for the Colombian domestic market. This city has an average homicide rate of 38.5 per 100,000 inhabitants (2010–2019). To test the drug/violence relationship, we used Goldstein’s systemic violence theory and Zimring and Hawkins’ contingent causality theory. We analyze the influence of socioeconomic and drug trafficking variables on homicides between the years 2010 and 2019. Our dataset comes from official Colombian government sources. We performed multivariate regression modeling through structural equation modeling with partial least squares (PLS-SEM). Our model was consistent and obtained statistical significance for all years, resulting in a good approximation to the study of the phenomenon. Based on the evidence, we can affirm that there is a relationship among violence/drug trafficking/socioeconomic disadvantages, thus confirming the contingent causation theory.

Comprensión del homicidio en las ciudades capitales colombianas. Un estudio de vulnerabilidad

“…En Colombia hay muchas causas que explican el alto número de homicidios en las ciudades, tales como el conflicto armado interno (Blair 2012), la pobreza (Campo-Arias, Romero y Herazo 2020), la ineficiencia de las instituciones de control social (Briceño-León, Ávila y Camardiel 2012), la producción y profundización de inequidades económicas (Alzate-Zuluaga y Jiménez-García 2021) y el narcotráfico (Jiménez-García, Arenas-Valencia y Bohorquez-Bedoya 2023).…”

“…Sin embargo, son escasos los estudios que miden esta relación. Jiménez-García y colegas (2023), intentaron medir esta relación, concluyendo que los modelos multivariados donde confluyen variables delictivas, sociales y económicas permiten realizar mediciones con alto poder estadístico de explicación.…”

“…Generalmente, la relación entre calidad de empleo y criminalidad esta mediada por el impacto en los ingresos que genera el desempleo o un empleo mal remunerado (Rowhani-Rahbar et al 2019; Hsieh y Pugh 1993; Raudenbush y Sampson 1999). La lógica argumental que relaciona empleo con violencia se encuentra: por un lado, en que sujetos desempleados son vulnerables a pertenecer a organizaciones criminales que ofrecen trabajo en comunidades empobrecidas o carentes de bienes y servicios; y, por el otro lado, en que sujetos con empleos mal remunerados podrían completar sus recursos cometiendo actividades criminales que pueden ser violentas (Jiménez-García, Arenas-Valencia y Bohorquez-Bedoya 2023; Manzano, Mohor y Jiménez-García 2020).…”

“…El coeficiente GINI que mide la distribución de riqueza es usado como una medida de la desigualdad de un territorio (CEPAL 2005). La desigualdad se relaciona con la violencia (Cheteni, Mah y Yohane 2018) y en algunos estudios se le ha relacionado con el narcotráfico (Jiménez-García, Arenas-Valencia y Bohorquez-Bedoya 2023).…”

“…Por su parte, varios estudios han encontrado relaciones significativas entre los niveles de desigualdad y la violencia homicida (Jiménez-García, Arenas-Valencia y Bohorquez-Bedoya 2023; Garthe et al 2018). En el caso del narcotráfico, se ha sugerido que la desigualdad económica puede ser un factor que contribuye al surgimiento y la persistencia del narcotráfico en un territorio y a su violencia asociada (Parker y Reckdenwald 2008; Jiménez-García, Manzano y Mohor 2018).…”