Este trabajo analiza los esfuerzos de Nigeria para contrarrestar la financiación del terrorismo y la criminalidad. Muestra que las organizaciones criminales y terroristas en el país costean sus operaciones a través de una infraestructura financiera ilegal incrustada en el sector financiero del país. Para contrarrestar y negar el acceso a estos actores no estatales malignos a fondos que podrían usarse para desestabilizar el estado y comprometer la integridad de las instituciones financieras, Nigeria ha implementado varias estrategias. Al utilizar una metodología de investigación cualitativa y un enfoque histórico, descriptivo y narrativo, se descubrió que Nigeria ha utilizado instituciones gubernamentales, como la Comisión de Delitos Económicos y Financieros (EFCC) y la Unidad de Inteligencia Financiera de Nigeria (NFIU), e instrumentos financiero-legales, como la Ley (de Prevención) (Enmienda) del Terrorismo (TPAA) y la Ley contra el Lavado de Dinero/Lucha contra el Financiamiento del Terrorismo (AML/CFT), para interrumpir el flujo de financiación al terrorismo y la criminalidad en el país. En su conclusión, el trabajo argumenta que Nigeria tendrá que ser estratégica en su respuesta si espera contrarrestar efectivamente la financiación del terrorismo y la criminalidad. Esta respuesta estratégica, según evidencia la investigación, implicará el uso extensivo de la experiencia técnica y financiera de organismos internacionales contra el lavado de dinero como el Grupo EGMONT y el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).