“…La dialéctica marxista se reduce, entonces, en este marco a una teoría de sistemas, en función de una categorización lógica pero no histórica, que se mueve "hacia niveles más concretos de abstracción" (Moseley, 2002) o sea, asumiendo "los elementos más abstractos de los niveles más concretos de abstracción" (Fineschi, 2014) en una espiral de abstracciones que se definen en términos categóricos de abstracto-abstracto, con lo cual el principio expresado en los Grundrisse 5 , de la relación de lo abstracto y lo concreto, se anula dentro de tal interpretación. Así, la distinción entre lo abstracto y lo concreto, en esta perspectiva, es una simple relación conceptual (Callinicos, 2014) donde "Lo abstracto y lo concreto son una cuestión de los lugares que los conceptos ocupen en el discurso".…”