El matorral espinoso tamaulipeco es un ecosistema con alta diversidad que está afectado por actividades antropogénicas. Para contribuir a su proceso de restauración se han realizado reforestaciones con especies nativas, cuyo propósito es lograr una mayor supervivencia. En 2018, se realizó una reforestación con 15 especies nativas en un predio con uso previo agropecuario en una superficie de 15.43 ha, localizado en el municipio Los Ramones, Nuevo León. Durante los primeros dos años posteriores a la reforestación se efectuaron acciones de protección (protectores individuales y cercado) y mantenimiento (control de maleza y reposición de plantas). El objetivo de este estudio fue evaluar la supervivencia por un periodo de tres años. Se utilizó un muestreo de 10 líneas aleatorias y dispersas, se contaron 30 plantas continúas para determinar la presencia o ausencia de plantas vivas. Para 2019, 2020 y 2021 se registraron valores de supervivencia de 80.67, 95.34 y 28.7 %, respectivamente. Las especies que persistieron con mayor éxito fueron Cordia boissieri (16.43 %), Prosopis glandulosa (10.67 %), Ebenopsis ebano (7.56 %), Diospyros texana (5.89 %), Ehretia anacua (5.22 %), Parkinsonia aculeata (4.22 %), Vachellia farnesiana (4.11 %) y Vachellia rigidula (4.00 %). Se concluye que las condiciones climáticas afectaron la supervivencia de la plantación, que la selección de las especies nativas por utilizar debe considerar las condiciones de degradación del sitio, y que las actividades de protección y mantenimiento se establecen de acuerdo con los requerimientos de cada especie y se efectúan hasta asegurar la permanencia de la plantación.