El dengue es una infección viral transmitida a través del mosquito Aedes aegypti y presenta cuatro serotipos (DENV-1 a DENV-4). La enfermedad desencadena una variedad de manifestaciones clínicas, desde formas leves sin signos de alarma hasta formas graves, potencialmente mortales. Se presenta el caso de un niño de cinco años, procedente de la provincia del Callao, cuyos síntomas iniciales fueron fiebre, cefalea y malestar general. Al tercer día, el niño manifiestó dolor abdominal leve y vómitos escasos; posteriormente, distensión abdominal, ictericia y coluria. Fue hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos pediátricos con deshidratación moderada, ictericia, edemas, abdomen distendido y doloroso, matidez desplazable, hígado a 2 cm debajo del reborde costal derecho y lúcido. Por exámenes complementarios, se evidenció falla hepática, hepatoesplenomegalia y derrame pleural en bases. Se diagnosticó dengue grave a través de una prueba de ELISA Ig M reactivo más sobreinfección por probable peritonitis bacteriana espontánea. Se inició el tratamiento con antibióticos, furosemida, plasma fresco congelado, crioprecipitado y metamizol. Al no observarse mejoría, se optimizó el diurético y se administró albúmina humana. Mostró mejoría con disminución de ascitis, edemas, ictericia y efusión pleural; también mejora del perfil hepático y de la coagulación, además de encontrarse afebril. Presentó inesperadamente dificultad respiratoria por insuficiencia cardiaca congestiva debido a miocardiopatía dilatada según ecocardiografía; se manejó con diuréticos. Fue dado de alta en estado afebril, sin edemas y con resolución de falla hepática y trastorno de coagulación.