“…Se sugiere considerar en futuras investigaciones, el funcionamiento específico de los procesos del control inhibitorio, al ser estos, los implicados en la regulación del curso de acción (Hofmann, Friese & Roefs, 2009;Houben, 2011;Schroder et al, 2020). En la H 2 acerca de la relación significativa y positiva entre la metacognición y la inteligencia emocional, los resultados son consistentes con las asociaciones encontradas entre las estrategias metacognitivas, la inteligencia emocional y el desempeño académico en diferentes niveles de formación en educación superior (Taeromi & Parandin, 2017), y con lo encontrado por Ghafoor et al, (2019) quienes identificaron que los procesos metacognitivos junto con la inteligencia emocional mejoran las estrategias de afrontamiento para el cuidado de la salud. Para la H 3 , referida a la relación significativa y negativa entre la autodeterminación y la impulsividad, se confirma lo sugerido desde el estudio de la motivación intrínseca, que ha encontrado una fuerte conexión entre esta motivación y la impulsividad, la cual, pese a su componente emocional distanciado de un proceso explícito de raciocinio, se orienta por los objetivos en los que el individuo se percibe a sí mismo como altamente competente (Anderman, Cupp & Lane, 2009;Miksza, 2011;Suher & Hoyer, 2020).…”