Escribió Galdós que la experiencia es una llama que no alumbra sino quemando. Creo que en mi vida me he chamuscado bastante, pero no lo he hecho solo y por eso tengo que agradecer a muchas personas todo lo que de ellas he aprendido trabajando codo con codo hasta llegar aquí, empezando por Luis Narvarte, mi tutor y director de tesis, alma mater de este trabajo, excelente persona y amigo, quien me animó a emprenderme en esto de investigar y quien siempre ha estado disponible para escuchar, pensar y resolver. A Eduardo Lorenzo, por su experta mirada desde lo alto que tanto ha servido para enderezar mis torcidos renglones. A todos mis compañer@s del grupo de sistemas fotovoltaicos del IES, que forman entre tod@s el más cordial ambiente de camaradería de trabajo que he conocido. A tod@s mis compañer@s de la extinta Isofoton en España y Marruecos con los que trabajé y aprendí muchas más cosas además de fotovoltaica. Y a much@s más, que aunque no mencionados, fueron fuente de iluminación.Agradezco a Isofoton Maroc s.a.r.l. por su colaboración al poner los enormes cimientos en los que se ha basado el trabajo experimental de esta tesis.