En este trabajo se revisa el estado actual de la medicina regenerativa clínica con células madre de adulto en los campos cardiológico, digestivo, corneal y neurológico. Desde el punto de vista cardiológico existe experiencia clínica con progenitores de médula ósea y células de sangre periférica, así como con mioblastos esqueléticos. En el momento actual las células madre del adulto (hematopoyéticas o mesenquimales de médula ósea) constituyen la mejor opción para la regeneración del tejido cardíaco, mostrando los estudios clínicos resultados favorables, sin problemas éticos ni de seguridad. La mayoría de los estudios con mioblastos esqueléticos también han demostrado que contribuyen significativamente a mejorar la función cardíaca, sobre todo la sistólica, aunque tienen el inconveniente no aclarado totalmente, de inducir arritmias ventriculares malignas. Tanto en uno como en otro caso los estudios clínicos están en la fase inicial y se hace necesario nuevos estudios sobre todo randomizados. En el campo digestivo se presenta la experiencia pionera del Hospital La Paz del uso de células madre procedentes de la grasa abdominal en el tratamiento de la patología fistulosa de pacientes con enfermedad de Crohn. En Oftalmología el trasplante de limbo corneal es una práctica reconocida, usándose células del ojo contralateral cuando el daño es en un solo ojo y células de un donante cuando el daño es bilateral. Por último, en el campo neurológico se han identificado diversas zonas del cerebro de mamíferos adultos donde existen células troncales: el hipocampo, la zona subventricular, el bulbo olfatorio y la zona periependimaria de la médula espinal. Por otra parte, es posible obtener neuronas a partir de células troncales adultas procedentes de otros tejidos, como la médula ósea o el tejido adiposo, lo que supondría una fuente prácticamente inagotable de precursores neurales, bien mediante implante directo tras su selección o bien tras su cultivo in vitro. Aunque hasta la fecha la mayor parte de la experimentación es animal, se están poniendo ya en marcha ensayos clínicos de seguridad en esclerosis lateral amiotrófica.