Este artículo estudia el fenómeno de la ‘domesticidad aumentada’ como prisma contextual que abarca dos realidades simétricas: el urbanismo doméstico y la domesticidad urbana. Partiendo de un análisis crítico de las consecuencias de la crisis global del COVID-19, se identifican los crecientes procesos de urbanización de lo doméstico y de domesticación de lo urbano. Se propone una revisión del concepto de tipología para plantear su actualización, fundamentada en la pérdida de dependencia entre forma y función. La metodología empleada analiza dos espacios concretos de la esfera doméstica, la sala de estar y la cocina, ejemplificando el papel crucial que han desempeñado las nuevas tecnologías en la difusión de los límites entre lo doméstico y lo urbano. Con ello se pretende probar el surgimiento de una posible ‘arquitectura no-tipológica’ que ofreciese un modelo menos dependiente exclusivamente de la composición formal, que se vería complementada con la herramienta de la ‘puesta en escena’.