This paper introduces a taphonomic revision of the mammal bone remains at Amalda cave in Zestoa, Guipúzcoa, Spain. The present revision sets forward a hypothesis clearly different from that offered by Altuna (1990), since carnivores are here regarded as a more important agent than hominids.
KEY WORDSTaphonomy, Toothmarks, Rupicapra rupicapra, felids.
INTRODUCCIÓNEn Yravedra (2001), se observó que algunos yacimientos cantábricos del Pleistoceno Superior presentaban gran cantidad de carnívoros asociados a ungulados y restos líticos. Sin embargo, las interpretaciones ofrecidas para estos yacimientos por diferentes autores planteaban que sus acumulaciones óseas eran producto de la conducta cinegética humana (Altuna, 1972(Altuna, , 1990 Altuna y Mariezkurrena 2002;Castaños, 1983). Estas interpretaciones pueden ser perfectamente aceptadas, pero para hacerlo debemos verificar primero como es la intervención humana y en que grado se produce, así como la de otros posibles agentes, ya que como se ha mostrado en numerosos trabajos, hay diversos fenómenos que pueden ocasionar acumulaciones óseas (Brain, 1981;Binford, 1981; Andrews, 1990; Stiner, 1994; Ruiter y Berger, 1999; Rivals et al., 2001; Brugal y Fose, 2004;Domínguez Rodrigo, 1993;Lam, 1992), los roedores (Brain, 1981), las aves (Andrews, 1990) y otra gran cantidad de procesos biológicos, hídricos y geológicos (Behrensmeyer, 1976(Behrensmeyer, , 1988(Behrensmeyer, , 1991Lyman, 1989Lyman, , 1994 Yravedra 2005).Para poder verificar el origen de la acumulación ósea, y por tanto en que grado ha intervenido el ser humano proponemos en este trabajo una revisión tafonó-mica de los materiales osteológicos de la Cueva de Amalda (Altuna, 1990), con la finalidad de contrastar las interpretaciones tradicionales y confirmar la autoría humana. Pero antes de referirnos a este yacimiento, lo haremos brevemente a la metodología propuesta en nuestro análisis, la cual y para un mayor detalle puede seguirse en Yravedra (2005).
METODOLOGÍAEn nuestro estudio hemos comprobado que la identificación taxonómica y esquelética y la estacionalidad propuesta por Altuna (1990) es correcta, y que la cuantificación del Número de Restos (NR) y el Mínimo Número de Individuos (MNI) también. Por lo que respetaremos las consideraciones realizadas por este autor así como la metodología propuesta en su estudio (Altuna, 1990). En la consideración de las secciones anatómicas se ha optado por distinguir cuatro porciones que son la craneal, el axial compuesta por las costillas, vértebras, escápula y pelvis, el apendicular superior formado por el húmero, fémur, tibia y radio y el apendicular inferior formado por metapodios y huesos compactos.Para la revisión tafonómica de nuestro estudio se han utilizado lupas de mano de 10X, 15X y 20X y se han analizado las alteraciones abióticas, la intervención de agentes biológicos y la del ser humano.Dentro de las alteraciones fosilidagenéticas la documentación de las alteraciones se ha hecho mediante su presencia-ausencia en los restos, en casos como en e...