En las últimas décadas se observa en la literatura la creciente preocupación en cuanto al desafío que supone alimentar de forma sostenible a una población en continuo crecimiento. Se observa también un creciente consenso en cuanto a que los sistemas agroalimentarios, además de garantizar la seguridad alimentaria, deberán adoptar de métodos más eficaces y sostenibles de producción, ser más sostenibles e inclusivos y adaptarse al cambio climático. Esto es aún más trascendental para las ciudades, que concentran la mayor proporción de la población y en donde se consume más de 2/3 del total de agua y de energía. Bajo estas consideraciones se desarrolló un estudio exploratorio y de revisión, a partir de fuentes secundarias. El objetivo central fue estudiar una alternativa que ha emergido recientemente a nivel internacional: los sistemas alimentarios urbanos y su gobernanza, a partir de la revisión de algunos elementos teóricos y tendencias. Con base en esta revisión se discutió su viabilidad en el caso venezolano, examinando algunas experiencias recientes y considerando tanto los recursos actualmente disponibles como las principales barreras para su materialización a nivel nacional. También se discutió cómo podrían coadyuvar a la consecución de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, en particular, como espacios capaces de proveer alimentos sanos, de manera sostenible y que permitan mejorar los medios de vida de la población. Entre los principales recursos disponibles se identificaron la infraestructura de educación y formación en el área del país, junto con un marco jurídico-legal e institucional renovado y –en el papel– abiertamente proambientalista y orientado al ciudadano. Entre las limitaciones destacan: i) la creciente desforestación y quema de especies vegetales; ii) deterioro del servicio agua potable y su uso en la agricultura urbana; iii) la migración de la población, particularmente la de mayor formación académica y profesional; iv) el deterioro del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y declive del financiamiento público a través de la LOCTI; v) opacidad y extemporaneidad de la información oficial; y vi) escasez de financiamiento para instalación y adecuación de desarrollos nuevos o existentes. El otro aspecto abordado fueron las dificultades para implementar un adecuado modelo de gobernanza, debido en parte a la creciente centralización de decisiones, pérdida de autoridad de los gobiernos locales y escasa interlocución y negociación entre los distintos niveles de gobierno, el sector privado y las comunidades.