Son muchas las personas a las que seguro, tengo algo que agradecerles en la vida. Unas cuantas a las que les debería agradecer que su influencia, de una u otra manera, me haya llevado a la consecución de este trabajo. Pero sólo unas pocas a las que ahora mismo recuerdo mencionar en estos agradecimientos. Al resto, les pido disculpas, no os sintáis agraviados, es mi mala cabeza.En primer lugar quiero dar las gracias a mis directores de tesis, el Dr. Marcos Egea Gutiérrez-Cortines y el Dr. Pedro J. Navarro Lorente, por confiar en mí, darme la posibilidad de trabajar con ellos y poner a mi disposición los medios de que disponían. Con este trabajo, pierdo dos directores de tesis, pero espero ganar dos compañeros de trabajos y publicaciones.También quiero dar las gracias a las compañeras y compañeros del laboratorio, especialmente a Victoria, Marta, Claudio y Raquel, por echarme una mano en las cuestiones y dudas -sobre todo administrativas-que he tenido estos años.No puedo dejar de mencionar en estos agradecimientos a Marisa Rubio de la EINDOC. Siempre dice que no le de las gracias, que es su trabajo, aún así no siempre nos encontramos con alguien amable y dispuesto a ayudar.A todos aquellos profesores que a lo largo de mi vida académica me han dejado huella.A mis padres, por inculcarme siempre lo importante que era estudiar, y por su esfuerzo para que lo hiciese. A mi hermana, por su apoyo y confianza, siempre apostó por que siguiese estudiando.Por último y más importante, quiero agradecer a Mariajo su apoyo incondicional y sin límites, su enorme paciencia y su actitud positiva ante todo, que ha conseguido limar un poco -no mucho-mi negatividad. Quiero agradecerle también que haya sido mi primera y más estricta revisora. Por todo ello y mucho más, gracias.