“…De ellas, algunas tenían, además, un diagnóstico de trastorno del estado de ánimo, otras, trastornos de personalidad y otras, trastornos de ansiedad. Sufrir abuso sexual también produce, en más del 95 % de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que lo han vivido, retraimiento social, sentimientos de culpa, conductas de agresión hacia otras personas, menos confianza en sí mismas y problemas de conducta (Chodan et al, 2017). Estos trastornos, además, según Wigham et al (2011), se manifestarían de diferente manera según el nivel de desarrollo de cada persona.…”