“…Finalmente, la influencia de la grasa corporal, sobre todo la situada en la zona media del cuerpo, puede mermar la capacidad de equilibrio tanto en posiciones dinámicas como estáticas a cualquier edad, tal como sugieren algunos autores (Carneiro y col., 2012;Colné, Frelut, Pérès, y Thoumie, 2008). Sin embargo, a pesar de estos hallazgos, las personas con DI pueden mejorar sus capacidades de equilibrio y marcha a través de programas específicos (Carmeli, Kessel, Coleman, y Ayalon, 2002;Enkelaar, 2012;Tsimaras y Fotiadou, 2004). …”