Esta investigación, obra cumbre de mi trayectoria académica, es el resultado de un camino en el que he tenido la suerte de coincidir con excelentes personas. Todos ellos, y espero no olvidarme de nadie, merecen unas líneas de agradecimiento.En primer lugar, a mis directores, José Manuel Vassallo, por su confianza y dedicación, y Julio Soria, por su apoyo incondicional, sus consejos y nuestros buenos ratos. También a Paola Bueno, mi primera jefa y que en tan poco tiempo me enseñó tanto, y a Juan Gómez, el alma de TRANSyT, por su ciencia y por ser un punto de apoyo, no solo para mí, sino para todos los doctorandos que pasan por este centro de investigación.