“…Tras la supresión del tabaquismo en los pacientes con CI son necesarios 2-3 años para equiparar el riesgo a los que nunca habían fumado, en los sanos este período es de 10 años (Serrano et al, 2000). Un estudio reciente realizado en la población española demuestra que el mantenimiento del tabaquismo después de un infarto se asocia con un riesgo triple de padecer otro infarto respecto al de los pacientes que dejan de fumar, y que el abandono del hábito tabáquico equipara el riesgo al de los no fumadores antes del primer infarto (Serrano, Madoz, Ezpeleta et al, 2003).…”