“…El riñón ectópico pélvico solitario es la ectopia congénita renal más rara de todas, y es aún más rara cuando se asocia a dilataciones aneurismáticas de las arterias ilíacas o la aorta abdominal, o ambas 1,2 . Debido a la rareza de esta asociación, la reconstrucción aortoilíaca por vía abierta o endovascular, representa un reto quirúrgico dadas las variaciones anatómicas asociadas a los riñones ectópicos pélvicos solitarios, entre las que se incluyen las arterias renales numerarias, el origen de la arteria renal ectópica, la disposición anormal de los uréteres, entre otras consideraciones anatómicas 1 . Estas variantes representan un riesgo de pérdida de la función renal secundario a la isquemia inducida por el procedimiento, razón por la cual la preservación de la función renal posquirúrgica se ve disminuida, llegando, en algunos casos, a la necesidad de explantar el riñón ectópico 1 .…”