“…Los síntomas característicos como fiebre, tos y dolor torácico pueden no presentarse, lo que provoca en algunos casos a confusiones sobre el cuadro, el malestar inespecífico o el detrimento del estado general los únicos síntomas manifiestos, situación que da al traste con la demora del establecimiento de un tratamiento oportuno. En los individuos adultos mayores, también resultan más habituales la presencia de bacteriemia, la implicación de microorganismos poco comunes en otros más jóvenes con buen estado de salud previo, la presencia de complicaciones y el desenlace fatal(Sánchez et al, 2020); y los casos con enfermedades coexistentes como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, falla renal, diabetes mellitus, falla cardiaca congestiva, enfermedad neurológica crónica, enfermedad arterial coronaria, así como enfermedad hepática crónica, han ido aumentando la incidencia de neumonía adquirida en la comunidad(Cemeli et al, 2020).En cuanto a la ocurrencia de los patógenos bacterianos implicados en las NAC, estos varían según la distribución geográfica y las características del huésped. Los métodos de asilamiento e identificación de los patógenos en los laboratorios, el acceso a la atención médica, las recomendaciones de las guías para las pruebas y la disposición de las instalaciones de laboratorio adecuadas para las pruebas bacteriológicas podrían influir aún más en la frecuencia de los microorganismos que se han reportado(Prina et al, 2015;Peyrani et al, 2019).…”