“…Si bien la literatura académica destaca la importancia del liderazgo para la dirección universitaria (Shahbal et al, 2022), diversas investigaciones se han orientado a identificar los estilos de liderazgo y su efectividad para la gestión (Al-Mansoori y Koç, 2019; Amin et al, 2018;Barnett, 2017;Chaman et al, 2021;Jamali et al, 2022;Khan et al, 2021;Lope Pihie et al, 2011). La mayoría de estas han buscado establecer diferencias según el género del directivo (Araneda-Guirriman et al, 2016;Rico Pérez et al, 2015;Nik Ismail y Zulqernain, 2020;Moncayo Orjuela y Zuluaga Goyeneche, 2015;Vinkenburg et al, 2011), en las que si bien algunos autores han abogado por establecer estilos de liderazgo para cada uno de los géneros (Araneda-Guirriman et al, 2016;Badillo-Vega et al, 2015;Caceres Reche et al, 2015;Rico Pérez et al, 2015;Gouthro et al, 2018;Kaur, 2019;Sánchez-Moreno y Altopiedi, 2016;Stephens y Wilson-Kennedy, 2019), las evidencias empíricas sugieren que no existen diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres a la hora de desempeñar un estilo de liderazgo (Amin et al, 2018;Antonopoulou et al, 2021;Jones y Rudd, 2008;Martin, 2015;Sims et al, 2021;Thu et al, 2017).…”