México es centro de origen y de diversificación de especies hortícolas. A través de la diversidad genética que se posee, se han desarrollado diversos materiales mejorados, en los que, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias ha sido un pilar muy importante, por ser esta, una de sus principales actividades. En el programa de mejoramiento genético de hortalizas se aplican diferentes estrategias genotécnicas relevantes para el incremento del rendimiento de bulbo, fruto y tubérculo, como la selección de clones en ajo, selección individual o hibridación en cebolla, pedigrí o de formación de líneas puras por autofecundación en chile; selección recurrente o hibridación en jitomate, selección clonal en papa, selección familial de medios hermanos maternos en tomate de cáscara, con las que se han generado líneas experimentales, clones, híbridos y variedades. Producto de esas investigaciones se han liberado 19 variedades de ajo, 10 de cebolla, 21 de chile, 29 de papa y 2 de tomate de cáscara en los 35 años del INIFAP. Variedades que han sido adoptadas por productores en las diferentes regiones agroecológicas de México. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que los fitomejoradores hacen por continuar con la generación de materiales mejorados, no se ha podido impactar en un mercado dominado por empresas trasnacionales, por lo que, es necesario que el INIFAP implemente estrategias de posicionamiento e invierta en la conservación y mejora genética del germoplasma que posee, lo que a futuro resultará en la obtención mejores materiales genéticos que contribuyan al beneficio de la salud humana.