“…El papel de los insectos polinizadores, y fundamentalmente el de las abejas, ha sido ampliamente demostrado para todo tipo cultivos (Rader et al, 2013), siendo cada vez mayor el número de investigaciones que se preocupan por la pérdida de estos organismos y de los servicios que proveen, mientras que son pocos los estudios que tratan de evaluar o explicar el porqué de su importancia y la necesidad de conservar el servicio de la polinización . Existen algunos trabajos que van desde valoraciones de la riqueza de géneros o especies de polinizadores en una zona (Colteaux et al, 2013;Russo et al, 2015;Wojcik et al, 2008), las relaciones que se establecen entre especies de polinizadores (Badano y Vergara, 2011) o entre polinizadores y plantas (Vilhena et al, 2012), hasta estimaciones acerca la influencia de la polinización sobre la calidad del polen y del néctar (Mensah y Kudom, 2011;Pérez-Balam et al, 2012), la diversidad floral (Ricou et al, 2014) o la actividad de los polinizadores (Rader et al, 2013), pasando por la evaluación final de la producción de semillas y frutos en presencia de estos organismos (Bos et al, 2007;Chautá-Mellizo et al, 2012;Greenleaf y Kremen, 2006;Hoehn et al, 2008;Mallinger y Gratton, 2015;Rogers et al, 2013;Vergara y Badano, 2009). Aún así, estos estudios son pocos y se encuentran dispersos.…”