Acoustic analysis of swallowing sounds in tracheostomized patients affected by traumatic brain injury

Abstract

Purpose: to demonstrate the feasibility of using the acoustic analysis of swallowing sounds as a combined method in the clinical assessment of tracheostomized patients affected by traumatic brain injury. Methods: an observational, cross-sectional study. A total of 10 adult patients, in the mean age of 43.6 years, participated. They were hospitalized in wards, semi-intensive, or intensive care units, from May to July 2016. The inclusion criterion involved being affected by traumatic brain injury, confirmed with a CT scan. The Speech Therapy Tracheal Decannulation Protocol was used in the clinical assessment, as well as the cervical auscultation with the Doppler sonar. Fisher’s test was used, resulting in no significant relationship (p > 0.05) between the variables analyzed in the two consistencies and decannulation. Results: the presence of an acoustic signal of laryngeal elevation was observed, as well as noise between the swallowings, and acoustic signal suggestive of residue in 50% of the patients for the consistencies tested. When the peak frequency, mean wave time, presence of residue in between swallowings, and acoustic signal suggestive of residues were correlated with decannulation (Table 5), no significant correlation was verified (p > 0.05) between the variables analyzed in the two consistencies and the decannulation. Conclusion: the study suggests that it is feasible to use the Doppler sonar as a combined method in the clinical assessment of dysphagia for the decannulation of patients affected by traumatic brain injury.

Parámetros acústicos de la deglución mediante el Sonar doppler – software DeglutiSom: un aporte a la evaluación en adultos.

“…La evaluación de la deglución se llevó a cabo con el Sonar doppler de marca AngelSounds -JPD-100S mini, que transmite la onda de ultrasonido a través de un piso eléctrico cerámico con una frecuencia de ultrasonido 3.0 MHz, potencia de ultrasonidos < 10mW / cm2, intensidad acústica < 10 mW / c, presión negativa máxima < 1 Mpa, intensidad del haz de salida < 20mW / c, dimensión 104,5 x 50 x 70 mm, y peso 69,5 g. La onda acústica fue analizada mediante el software DeglutiSom, que es una herramienta utilizada en la evaluación, monitorización y rehabilitación de las dificultades de la deglución (Lemos et al, 2020) Se utilizó el software DeglutiSom®, desarrollado por Engefono en 2014 y validado en 2021 (Enz, Vaz, Nunes, Rosa, Marques, et al, 2022;García y Henao,2022).…”

“…Aplicación de la prueba El análisis de los sonidos de la deglución se realizó mediante el software DeglutiSom, que mostró una serie de gráficas en las cuales se aprecian las características de cada una de las ondas deglutorias y se calculó el promedio de los picos en relación con la frecuencia, de intensidad y el tiempo de las degluciones. La curva típica de los sonidos de la deglución mostró un pico bajo (a), que está relacionado con una débil señal producida por la elevación de la laringe al paso del bolo; uno alto (b), que indica la apertura del esfínter esofágico superior; otro bajo (c), que indica el descenso laríngeo (figura 2) (Lemos et al, 2020). Figura 2.…”

“…Es importante que los profesionales en fonoaudiología cuenten con herramientas de fácil acceso y de bajo costo que permitan aportar a la evaluación clínica. Una opción es la evaluación acústica de la deglución, mediante el uso del sonar Doppler y el software DeglutiSom, que es una valoración dinámica, objetiva, no invasiva de fácil manejo que explora ondas o registros acústicos y permite analizar los parámetros de "frecuencia de la señal", "intensidad" (amplitud) y "duración" (tiempo), con el fin de determinar si existe alguna dificultad en estos procesos deglutorios (Lemos et al, 2020, Vieira et al, 2022, Sampaio S.R., Macedo ED., 2006. Así mismo, es una prueba que permite establecer diferencias entre la ingesta de las consistencias y volúmenes, lo que conlleva a encaminar el marco de un plan terapéutico y aportar al profesional y al cuidador del paciente disfágico, en la prevención de aspiraciones y penetraciones tal como lo refiere Vargas, Delprado, Posada y Grajales (2023).…”