“…Principalmente, su diagnóstico es clínico, sin embargo, con el advenimiento del genotipado de ADN, el KTS puede diagnosticarse específicamente en comparación con el espectro de sobrecrecimiento relacionado con PIK3CA. Se puede realizar una caracterización adicional de la severidad del síndrome con imágenes de resonancia magnética (RM), observando específicamente las alteraciones óseas, de los tejidos blando, las venosas, y linfáticas [5]. Dadas las alteraciones inherentes y específicas de cada paciente, el manejo debe ser multidisciplinario, que asegure el cuidado con medidas de soporte, prevención de coagulopatías e infecciones, y la corrección quirúrgica de la hiperplasia del tejido anómalo.…”