“…Respecto al aceite esencial AE clavo (T2), presentó una CI50 más alto que AE orégano siendo 1.824x mayor (Cuadro 2); sin embargo, al observar su CI95, este valor es menor respecto a T1 (AE orégano), considerando la Figura 1, esto se debe a la homogeneidad de la susceptibilidad del patógeno al aceite esencial (T2), la cual se encuentra con menor cantidad de aceite, diferente de T1, el cual requiere mayor concentración para incrementar la inhibición, actualmente, este aceite esencial es utilizado en la agricultura para contrarrestar otros fitopatógenos como Phytophthora nicotianae (Browers y Locke, 2004). S. aromaticum obtenidos por destilación tradicional y asistido por microondas, es eficiente para inhibir el desarrollo de Alternaria solani y Colletotrichum gloesporioides en 30 y 10% aislados de tomate y papaya, respectivamente (Ramírez et al, 2016). Por otra parte, Damián et al (2010) reportaron que el extracto de Artemisa sp., inhibe 100% del crecimiento micelial de Phytophthora cactorum, P. capsici, P. cinnamomi y P. mirabilis, así como 60% de P. infestans, a una dosis 100 ppm, esta información difiere a los resultados del presente estudio se necesitan mayores concentraciones para el control de P. cinnamomi.…”