Resumen El presente texto se aproxima a la invención de otros modos de bienestar y cuidado en torno a necesidades no cubiertas por el sistema de salud mental. A través de una aproximación etnográfica, se estudian las prácticas de activismo comunitario y apoyo mutuo del colectivo “Autogestión Libre-mente”, agrupación de Santiago de Chile que realiza reuniones semanales bajo los principios de la asociación voluntaria y la ayuda entre pares. Los valores de horizontalidad y reciprocidad como ejes del trabajo compartido implican un fuerte contenido político y un sentido “terapéutico”, sin que éste último sea la finalidad explícita de las actividades que organizan. En torno a esta experiencia se reflexiona sobre las implicancias de la metodología asamblearia y la democracia deliberativa en la configuración de nuevas formas de salud mental desde la comunidad en el escenario contemporáneo.