“…La mayoría de infartos cerebrales se originan por la obstrucción de la principal arteria cerebral, lo que posiblemente puede causar trombosis y embolia por la fibrilación auricular, el taponamiento u oclusión del flujo que imposibilita la irrigación hacia las diferentes partes del cerebro a causa de un coagulo de sangre en las arterias pequeñas o arteriolas, el cual suele ocasionar daños isquémicos en los ganglios basales, el mismo que se determina como Ictus Isquémico, sin embargo, esta no es la única causa por la que se puede ocasionar pues tiende a dividirse en diferentes causas como la aterosclerosis de una arteria grande, cardioembolismo, o por razones etiológicas determinadas e indeterminadas (Grau García et al, 2023a).…”